¿Qué dice la Biblia sobre la depresión?...
Vanidad de vanidades, dice el Predicador,
vanidad de vanidades! Todo es vanidad.
¿Qué tiene un hombre de todo el trabajo y esfuerzo de corazón con el que se afana bajo el sol?
Porque todos sus días están llenos de tristeza, y su trabajo es aflicción. Ni siquiera de noche su corazón descansa. Esto también es vanidad.
Eclesiastés 1:2; 2:22-23
Ten misericordia de mí, oh SEÑOR, porque estoy en apuros;
Mi ojo está consumido por el dolor;
Mi alma y mi cuerpo también.
Porque mi vida se pasa con tristeza,
Y mis años con suspiros;
Mis fuerzas fallan a causa de mi iniquidad,
y mis huesos se consumen.
Salmo 31:9-10
Dios es gentil y compasivo. Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su único Hijo, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. ... Dios muestra su amor por nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Juan 3:16; Romanos 5:8
Dios conoce tu situación y será compasivo contigo si te acercas a Él. Dios envió a su Hijo Jesús a ser crucificado, como máxima señal de su amor por ti.
Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios. .... Como está escrito: “Ninguno es justo, ni aun uno.
Romanos 3:23,10
Todos estamos rotos. La Biblia llama pecado a tu quebrantamiento. El pecado es tu estado de estar separado de Dios y resulta en todo tipo de acciones malas. También te hace sentir innecesariamente ansioso y tan egoísta que tu ansiedad hiere a otros.
Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. .... Pero a todos los que lo recibieron, a los que creyeron en su nombre, les dio potestad de llegar a ser hijos de Dios. .... Porque os entregué en primer lugar lo que también recibí: que Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras, que fue sepultado, que resucitó al tercer día conforme a las Escrituras.
Romanos 6:23; Juan 1:12; 1 Corintios 15:3-4
Dios puede hacerte sentir bien. La salvación es un don gratuito, que se obtiene únicamente mediante la muerte sacrificial de Jesucristo. No importa cuánto lo intentes, tu vida nunca será lo suficientemente buena como para ganarte la vida eterna. Tampoco jamás serás tan malo para poder creer en el Nombre de Jesús.